Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor jodidamente grande.
Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige buena salud, colesterol bajo y seguro dental. Elige hipoteca a interés fijo.
De la película Trainspotting
Podemos elegir dos caminos diferentes para lograr lo que nos proponemos: el del querer o el del deber, y con excesiva frecuencia tomamos este último, convencidos, además, de que es la única opción que tenemos al alcance de las manos. En demasiadas ocasiones nos enfrentamos al devaluador sentimiento de hacer lo que hacemos porque, sencillamente, no hay otra alternativa, porque debemos hacerlo. Pero esto es cierto en una proporción de casos mucho menor de la que asumimos.
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